54 años de guerra llevaban 42 familias que firmaron la paz en La Guajira
El histórico hecho se llevó a cabo en el parque Romero, Gámez y Redondo, del municipio de Barrancas.
Este martes, en Barrancas, representantes de las familias vinculadas al conflicto local firmaron la paz. El ministro Juan Fernando Cristo fue testigo y sirvió como garante de los acuerdos.
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Un día después de que el presidente Juan Manuel Santos y ‘Timochenko’, máximo jefe de las Farc, le pusieron punto final a un conflicto armado de 52 años, 42 familias de La Guajira también firmaron este martes un acuerdo de paz, reconciliación y no agresión.
El histórico hecho tuvo como escenario el parque Romero, Gámez y Redondo, del municipio de Barrancas, después de 54 años de guerra, y contó con la presencia del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, como garante del acuerdo.
“Este acto en el día de hoy lo que demuestra es el poderoso efecto que tiene la palabra sobre la reconciliación de los seres humanos”, puntualizó Cristo.
Este conflicto se inició el 17 de marzo de 1962, con el enfrentamiento de dos primos hermanos, luego de que uno de ellos castró un chivo padrote propiedad del otro. Estaba cansado de que los animales se pasaran a su parcela y solicitar un encerramiento.
Cuando el dueño del padrote se percató de lo sucedido, procedió de manera violenta y asesinó a su pariente. Al enfrentamiento entre los Bonilla Noriega y los Cobo Solano siguió una estela de muertes en las que se vieron involucradas varias familias, muchas de ellas de campesinos, desplazadas de su territorio.
Este conflicto dejó 163 muertos y se selló con la firma de los representantes de 42 familias involucradas, entre las que se encuentran los Fonseca Cobo, Cobo Pérez, Pérez Zárate, Zárate Soto, Cobo Campuzano, Pérez Carrillo, Pinto Pérez, Cobo Marulanda, Puche Asis, Ramírez Molina, Solano Pinto y Bermúdez Mejía.
“Una estela de atraso, pobreza y miseria deja esta guerra. En una época, esto se volvió muy difícil de resolver, hubo mucha oposición a que se dieran estos acuerdos, pero, finalmente, se dio después de tanta oración a Dios y se consiguió el apoyo del Ministerio del Interior”, señala Adalgis Pérez Soto, una de las víctimas de este conflicto.
Desde los 7 años de edad, Pérez Soto ha vivido en la zozobra de la guerra. Hoy tiene 61 años y cuenta que perdió a 4 hermanos, una niña, varios primos y sobrinos. También le tocó abandonar su tierra para salvarse con sus dos hijas. Su esposo la abandonó a causa de los enfrentamientos.
Con esfuerzo y sacrificio hizo profesionales a sus hijas. “Nos queda un largo camino de reconstrucción de nuestras vidas y del rescate de los valores morales y espirituales, así como la tolerancia que debemos tener de aquí en adelante, de enfrentar la vida de todos dentro de un mismo espacio”, señala Pérez Soto.
Al igual que la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno y las Farc, en este proceso hubo mucha gente interesada en que esto no se diera. “Hay gente que vive de la guerra”, sostuvo la mujer. Entre los asistentes a este gran evento se encontraba Ángel Rafael Bonilla, quien perdió a varios hermanos, tíos y primos, y pudo regresar a Barrancas luego de 27 años de haber sido desplazado.
Selito Solano Pinto asegura que perdió a dos hermanos y le tocó dormir durante más de 28 años en el monte, andar armado y huir todo el tiempo. “Teníamos finca y nos tocó abandonarlas y coger el monte, para cualquier lado, menos para lo nuestro”, dijo Selito.
Hoy, todos ellos sonríen de felicidad luego del encuentro en ‘la curva de la virgencita’, en donde se dieron un abrazo, para luego seguir al parque donde se realizó el acto masivo.
Hace 10 años se firmó la primera fase de este acuerdo, en el que participó el 70 por ciento de los integrantes de ambas familias. “Nuestras familias no pudieron estar, pero ese tiempo fue garante de que la desconfianza que existía sanara nuestros corazones, y hoy estamos aquí en total y rotunda paz, con el corazón sanado”, aseguró Jhon Jarley Pérez Zárate.
Este joven fue el encargado de pedir perdón en representación de la familia Pérez. “Perdono y que me perdonen a mí y a mi familia por cualquier daño que se haya hecho”, dijo. Lo mismo hizo Rafael Camargo Cobo en nombre de su familia.