La policía nacional puso en alerta todas sus unidades en el área de los departamentos del Caribe y Antioquia por el ” Plan Pistola” ordenado por el denominado Clan del Golfo contra los miembros de esa institución,  en retaliación por los operativos de las autoridades contra las estructuras de esa banda criminal.

La amenaza fue confirmada por el general Gonzalo Londoño Portela, comandante en Barranquilla y regional de la institución, luego de la aparición de un panfleto donde se señala que a “Todo policía que asome la cara, denle balín”: La alerta se fortaleció también del asesinato de un agente en el sur de Bolívar y otro, barranquillero, en Turbo, Antioquia.

“Se ha impartido una instrucción amplia a todos los comandantes de departamentos y metropolitanas en el Caribe, para mantener una alerta respecto al posible plan pistola que proviene de grupos al margen de la ley”, aseguró el alto oficial.

Al plan criminal se atribuyen las muertes del agente asesinado ayer en el sur de Bolívar y de otro, barranquillero, el miércoles en el municipio Turbo (Antioquia). En Córdoba, el mismo miércoles, un grupo de sicarios atentó contra tres investigadores y un fiscal de restitución de tierras, en el municipio Valencia (Córdoba). Uno de los agentes fue impactado en la espalda.

“Estamos atentos a recibir información que nos permita adelantar operaciones y prevenir cualquier atentado terrorista contra miembros de la Fuerza Pública”, agregó Londoño Portela.

“Denles balín”

El último operativo contra esta organización del crimen organizado se conoció el martes.

“Luego de varios meses de investigación, funcionarios de la Policía capturaron en el Cesar, Antioquia, y Córdoba, a cuatro presuntos miembros del Clan del Golfo encargados de enviar cocaína hacia Panamá, Honduras y Costa Rica”, informó la Fiscalía en un comunicado.

Los detenidos fueron identificados como César Cachai Rodríguez, alias Lucho o el ingeniero, presunto cabecilla de la estructura; José Díaz Carrascal, alias Rufino o el viejo; Luis Lara Patiño, alias Beckman;  José Sepúlveda Caro, alias Koyack o El Calvo, y Aristides Hidalgo López, alias Crispín.

Todos fueron recluidos en una cárcel por orden de un juez de Antioquia por los delitos de concierto para delinquir agravado, tráfico de estupefacientes agravado, porte ilegal de armas de fuego y utilización ilegal de uniformes e insignias de las Fuerzas Militares.

Fuentes de la Policía informaron que, por labores de inteligencia, se interceptaron mensajes con órdenes de la cúpula de la banda: “todo hij… policía, todo policía que asome la cara, denle balín, y esa es la orden que les mandan para que la tiren a todas las unidades por derecho (sic)”. “Que de aquí para delante, polocho que se asome, polocho que le boleen balín con lo que tengan… el total es que hay que darles (sic)”.