ANLA descarta que haya autorizado “fracking” para exploración petrolera en San Martín, Cesar
La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), a través de un comunicado de prensa, descartó que haya autorizado sistema “Fracking” para exploración petrolera en el municipio de San Martín, departamento del Cesar, como equívocamente se ha informado.
La ANLA reaccionó así ante lo que consideró “información imprecisa sobre la actividad desarrollada por Conoco Phillps en el municipio de San Martín, Cesar”.
“A la fecha no se ha otorgado ninguna licencia de exploración de hidrocarburos en yacimientos mediante la metodología de ‘fracking’ en ninguna parte del territorio nacional”, dice la declaración entregada anoche
“En este municipio”, aclaró la entidad, “Conoco Phillps cuenta con una licencia ambiental exploratoria otorgada mediante Resolución 0857 del 30 de julio de 2014, la cual en el tema relacionado con el ‘fracking’ establece específicamente”, citó la ANLA, “Artículo décimo cuarto. No se autoriza ninguna actividad relacionada con yacimientos no convencionales”.
Según la ANLA, “Conoco Phillps ha informado en sus comunicaciones que las pruebas de producción y estimulación que está realizado corresponden a las mismas operaciones que se efectúan en las pruebas convencionales”.
“En Colombia, ni antes de que yo trabajará en la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales ni ahora, se ha autorizado en ningún momento el uso de latecnología llamada ‘fracking’. No existe en este momento ninguna autorización al respecto”, afirmó Fernando Iregui, director de la ANLA.
La técnica denominada fracking (fracturación hidráulica, fractura hidráulica o estimulación hidráulica) se utiliza para posibilitar o aumentar la extracción de gas y petróleo del subsuelo y consiste en generar uno o varios canales de elevada permeabilidad a través de la inyección de agua a alta presión, de modo que supere la resistencia de la roca y que abra una fractura controlada en el fondo de pozo, en la sección deseada de la formación contenedora del hidrocarburo.
Mientras los partidarios argumentan que la técnica no tiene mayores riesgos que cualquier otra utilizada por la industria, sus opositores advierten que contamina los acuíferos, eleva el consumo de agua y produce daños atmosféricos y sonoros, entre otros efectos, que podrían causar consecuencias en la salud.