Asamblea de La Guajira se abstiene de otorgar facultades al gobernador (e) para contratar
Inestabilidad política golpea duro a la maltrecha Guajira
La interinidad en los dos principales cargos de La Guajira está pasando una elevada factura a este golpeado departamento, ´pues
Como se sabe, tanto el gobernador, Wílmer González, como el alcalde de Riohacha, Fabio Velásquez, se encuentran privados de la libertad.
En el caso de la capital, la Alcaldía sigue acéfala, pues por ser un distrito turístico aún se está a la espera de la designación de un alcalde encargado por parte del presidente Juan Manuel Santos.
Tras las captura de Velásquez (señalado de peculado por apropiación y contrato sin cumplimiento de los requisitos legales) desde hace mes y medio asumió tímidamente algunas funciones el secretario de Gobierno, Jairo Aguilar. Sin embargo, la administración cayó en un letargo, debido a que no es ordenador del gasto.
La situación llegó al punto que para embellecer la ciudad para Semana Santa, se tuvo que recurrir al apoyo de varias entidades y de los empresarios del sector turístico. La administración solo sirvió de enlace.
Y hace poco, la empresa de servicios públicos alertó que la ciudad podría quedar sin acueducto con la llegada de la temporada de lluvias y no hay dinero para atender esta situación. Incluso el Distrito le adeuda a la empresa más de 2.500 millones de pesos del subsidio para los estratos 1 y 2.
A esto hay que sumar que en la ciudad se siente la falta de plata, muchos establecimientos han cerrado sus puertas y aumenta el robo y la inseguridad.
Y la solución aún no se ve. Jorge E. Vélez, presidente de Cambio Radical (que avaló a Velásquez), indicó que está a la espera de que presidencia le pida la terna para reemplazar al alcalde.
En lo que respecta al departamento, el nombramiento por parte de la presidencia de Weilder Guerra, como gobernador (e), logró calmar las aguas, por tratarse de una persona reconocida, con credibilidad y formación, que conoce la situación de la región, y en especial al pueblo wayú, de donde es originario.
Su llegada al Palacio de La Marina ha servido para comenzar a limpiar la mala imagen de los gobernantes guajiros, seis de ellos privados de la libertad, cinco por problemas de corrupción y uno, Juan Francisco ‘Kiko’ Gómez, condenado por tres asesinatos.
Guerra, quien ya completa cerca de mes y medio en el cargo asegura que no pertenece a ningún partido. Mientras tanto, ‘la U’ y los conservadores, que avalaron a González (sindicado de cohecho, falsedad en documento público, corrupción al sufragante y fraude procesal) trabajan en la conformación de la terna para que la presidencia designe a un gobernador encargado para La Guajira.
El afán de algunos radica en que Guerra, quien se ha hecho acompañar de 20 profesionales guajiros que llegan a oxigenar la administración, no tiene facultades de la Asamblea para contratar, solo puede nombrar, lo que le dificulta de manera notoria sus gestiones. Hasta ahora se tramita el proyecto de ordenanza que le daría estas facultades.
Hace poco, le aprobaron la facultad para prorrogar por dos meses el contrato de empréstito con el Banco Mundial, que vence el próximo 15 de abril, con lo que se logra comprometer 20 de los 90 millones de dólares que fueron aprobados para la ejecución de obras contempladas en el Plan Departamental de Agua.
Y a su favor también tiene el reporte de la disminución notoria de los casos de muertes en menores por desnutrición o causas asociadas a esta, con relación al primer trimestre del 2016. En lo que va corrido del año, se han registrado 10 muertes, mientras que el año anterior se presentaron 17 casos.
Entretanto, el pueblo guajiro trata de paliar las dificultades a las que se ha visto abocado en el primer trimestre del año, pues la Gobernación y la Alcaldía son los grandes empleadores y dinamizadores de la economía en la región.