Comenzó la fiesta olímpica de Río
En una colorida ceremonia, Brasil mandó un mensaje contundente: hay que cuidar el planeta. Colombia, muy aplaudida en el Maracaná.
Los colombianos estarán hoy en los escenarios
La ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos se llevó a cabo en el mítico estadio Maracaná de Río de Janeiro.
“Vienen de todos los países del mundo y se han preparado toda su vida para este momento. Señoras y señores, con ustedes los atletas participantes en la vigésima primera Olimpiada”. Con esas palabras se dio comienzo al desfile oficial de las delegaciones de los 206 países que participan en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Antes, Brasil le mandó al mundo un mensaje contundente: hay que cuidar el planeta. Ese enfoque ecológico fue el hilo conductor de la ceremonia en la que presentó además su historia, tradición e identidad, la manera como se forjó su sociedad y recibió el legado de diferentes culturas, como la europea, la africana, la árabe y la del Lejano Oriente.
No había que ser brasileño para llorar cuando el cantante Paulinho da Viola entonó el himno nacional a ritmo de samba, momento que emocionó a los 70 mil asistentes al majestuoso estadio Maracaná, uno de los íconos, al lado del Cristo Redentor, el Cerro Pan de Azúcar y la playa de Copacabana, de la Ciudad Maravillosa.
Cada uno de los deportistas recibió una semilla de alguna especie de árbol y la depositó en una caja metálica. Después de los juegos se sembrarán en el Radical Park en la zona de Deodoro, que se convertirá en una reserva ecológica que le heredarán las justas a Río.
Las delegaciones más aplaudidas, además de la local, fueron las del equipo olímpico de los refugiados, España, Australia, Gran Bretaña, Italia, Japón, México, Portugal, Uruguay y Estados Unidos, la que mayor cantidad de acompañantes y turistas trajo a Brasil, la de mayor tradición en las justas.
Sorprendió la ovación que recibió Colombia, impecablemente vestida de amarillo, azul y blanco. Yuri Alvear, quien desfiló en los Juegos de Londres hace cuatro años, no pudo contener las lágrimas. Ratificó que portar la bandera tricolor en un evento de semejante magnitud no es un momento más, sino el mayor honor para cualquier deportista.
Pero había que verles los rostros a todos los demás atletas criollos, radiantes de felicidad por estar haciendo realidad un sueño. Ellos son en Río genuinos representantes de nuestra raza.
Con los atletas ya en el centro del estadio, los aros olímpicos, tradicionalmente de colores, se formaron con plantas para representar, no a cada continente, sino a un mundo unido y verde.
No pudo ser mejor el inicio de los primeros Juegos Olímpicos en Suramérica, el escenario perfecto para que los deportistas colombianos cumplan sus sueños dorados y hagan historia, así como este viernes en la noche lo hizo Brasil, un país que a pesar de la crisis económica y política de los últimos años, nunca desistió y le mostró al mundo todas sus maravillas.
Finalmente, el atleta Vanderlei Cordeiro de Lima encendió el pebetero de los Juegos Olímpicos de Río 2016, que se hizo más pequeño para enviar un mensaje de cuidado con el calentamiento global.