Electricaribe no cubrió garantías por $ 27.622 millones y arrastra riesgo de apagones para el 9 de noviembre en el Caribe
La compleja situación financiera y de caja de la distribuidora de energía Electricaribe se enredó más el viernes luego de que la compañía, que atiende a 7 departamentos de la costa Atlántica, no lograra presentar garantías para sus compras de energía en bolsa por 27.622 millones de pesos, para evitar la notificación al mercado del inicio de un proceso de limitación de suministro, que si llega a ejecutarse implicaría cortes en el servicio a los usuarios.
Aunque la fecha definitiva para que presente estos respaldos financieros vence el próximo martes, 8 de noviembre, es la primera vez que la empresa, controlada por el grupo español Gas Natural Fenosa, no logra hacerlo para evitar que la limitación de suministro pase a una fase más avanzada. Según la regulación, durante tres días, que inician mañana, la firma XM, que administra la operación del mercado eléctrico, debe informar a los usuarios la fecha en que se iniciarán cortes diarios, de una duración inicial de tres horas.
XM confirmó que si bien el plazo límite es el 8 de noviembre, los avisos ya fueron ordenados y en ellos se les avisa a los usuarios que se pueden pasar de operador de red (en la práctica es complejo buscar otro) y que los cortes comienzan el miércoles 9 de noviembre.
Según expresaron directivas de Electricaribe hace unos meses, no es posible hacerlo porque no se pueden cortar los circuitos de los usuarios, constitucionalmente protegidos.
Sin embargo, el exministro de Minas y Energía y director de la Federación Nacional de Departamentos (FND), Amylkar Acosta, señaló que “Electricaribe pasó de castaño oscuro”.
Por su parte, el representante a la Cámara y presidente del Partido Conservador, David Barguil, sostuvo que la información oficial emitida por la Superintendencia de Servicios Públicos recientemente pone en evidencia que los niveles de cartera de Electricaribe son comparables a los de otras empresas en otras regiones del país.
Y señaló que nadie justifica el fraude ni las deudas de las entidades públicas con Electricaribe, pero también la empresa debe responder por qué durante la última década no se hicieron las inversiones que garantizaban la prestación del servicio en óptimas condiciones y donde no hubiera cortes.
“Hoy, esta empresa es la líder nacional en peticiones, quejas y reclamos interpuestas por sus usuarios; esto es más que diciente”, agregó.