Con entusiasmo por el atractivo que representa la Plaza remodelada, alrededor de 100 dulceras ofrecen lo mejor de sus productos a vallenatos y turistas en esta Semana Santa.

La Alcaldía de Valledupar capacitó a la Asociación de dulceras en temas como manipulación de alimentos con el fin de entregar un producto de buena calidad y con normas de higie
Con toda la programación religiosa del Santo Patrono de Valledupar inició en firme el festival del dulce en la recién renovada Plaza Alfonso López, actividad que es liderada por las tradicionales dulceras con el respaldo del gobierno del Alcalde Augusto Ramírez Uhía.

Las emprendedoras ofrecen una amplia variedad de manjares en la feria del dulce instalada en la recién renovada plaza Alfonso López de Valledupar

En ese espacio el público puede encontrar las preparaciones más tradicionales y otras novedosas dependiendo el gusto y paladar de quienes se acercan al Centro Histórico de la ciudad.

Según dato entregado por la Secretaría de Gobierno del municipio, este año participan alrededor de 100 dulceras, quienes  han aprendido el oficio como parte de la herencia familiar, ellas  tienen un especial protagonismo durante la Semana Mayor, en la capital cesarense.

La líder de las dulceras Rita Lúquez informó que la comunidad podrá encontrar una oferta parecida en otros puntos de la ciudad como el parque de Las Madres, el parque El Viajero y el parque de Los Cortijos.

Este año el gobierno municipal estima que los visitantes a la recién renovada Plaza Alfonso López aumentarán, pues desde ya muchas familias se están acercando a conocer la obra de remodelación de este punto icónico del turismo en Valledupar.

La feria tiene una gran expectativa pues está ubicada en la Plaza, sitio que es epicentro de las actividades religiosas de estos días santos en Valledupar, por lo que el Alcalde Augusto Ramírez invitó a la comunidad en general a disfrutar de la oferta de dulces que ofrece este evento y de paso conocer la obra considerada por el Presidente Duque, en su visita  de este lunes santo a la ciudad, como un pozo petrolero del turismo y de la economía naranja del país.