Iglesia Pentecostal condenada a pagar más de $25.000 millones por muerte de 33 niños en Fundación
Siete años después, el Tribunal Administrativo del Magdalena condenó a la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia por el incendio de un bus en el municipio de Fundación (Magdalena) en el que murieron 33 niños calcinados el 18 de mayo de 2014.
El mecanismo judicial comprobó que la responsabilidad del hecho recae completamente sobre el grupo religioso, por lo que deberá pagar 27.805 salarios mínimos legales mensuales vigentes, es decir, 25.261.565.430 millones de pesos como indemnización a los familiares de las víctimas y a los lesionados.
El Tribunal indicó que la millonaria condena deberá ser entregada al fondo para la protección de los derechos colectivos, y desde ahí se repartirá el dinero entre todos los que sufrieron perjuicios morales y materiales.
El tribunal argumentó que la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia es responsable de la tragedia porque asumió el rol de garante de la movilización de los menores. Señalaron que esta acción se hizo sin contar con un personal idóneo para vigilar, custodiar y proteger la vida e integridad de los infantes, y no utilizó un medio de transporte idóneo o por lo menos que cumpliera con los requerimientos legales básicos.
“Esto con el agravante de que se trataba de un transporte de niños, que muchos de ellos escasamente alcanzaban los 5 años de edad, lo que requería un especial cuidado en su custodia, medidas que evidentemente no se atendieron y allí que se deba ordenar la reparación de los perjuicios materiales y morales que se causaron en este hecho tan lamentable”, dice la sentencia.
Se exime de responsabilidad al Distrito de Barranquilla al que familiares de los menores le reclamaban una supuesta responsabilidad porque la buseta estaba matriculada en la capital del Atlántico.
En desarrollo de una acción de grupo que promovieron los más cercanos familiares de los niños fallecidos y heridos, se comprobó que la buseta incendiada fue contratada por un miembro de la iglesia Pentecostal Unida de Colombia para llevar a los niños a sus casas después de haber asistido a unas clases de escuela dominical, no obstante a que el mencionado rodante no contaba con el seguro obligatorio, carecía de la revisión técnico mecánica y tenía la tarjeta de operaciones cancelada por parte de la empresa transportadora a la cual estuvo vinculada antes de ocurrido el siniestro.