Obispo de La Guajira denunció que le pidieron plata para adjudicarle educación a la iglesia
El Obispo de La Guajira, monseñor Héctor Salah Zuleta, denunció que funcionarios corruptos le pidieron el pago de comisiones a cambio de que la Diócesis siguiera con el manejo de la educación pública en el Departamento.
Añadió que la propuesta se la hicieron de manera directa. “Del Gobernador para abajo, en presencia y con testigos. Uno de esos puso el dato exacto y la fecha de pago. Además, hubo un cuatrienio en el que con la Iglesia se querían llevar muchísimo dinero y les dije: cómo se le ocurre que va a robar con plata de los niños”, según publica hoy el periódico El Heraldo.
Previo a la celebración del día de la Virgen de los Remedios, el obispo llamó “circo político” el desfile masivo de dirigentes del país y criticó que se dan cita en este acto litúrgico previo a parrandas vallenatas bañadas con Old Parr.
El pronunciamiento fue hecho ante la gobernadora Oneida Pinto y el alcalde de Riohacha Fabio Velásquez y dirigentes nacionales como el ex presidente Álvaro Uribe y la ex senadora Piedad Córdoba, y la Premio Nobel guatemalteca Rigoberta Menchú.
Salah enfatizó que, además de corregir el camino y trabajar con honestidad, los corruptos deben resarcir el daño hecho, porque “solo así en esta región habrá justicia social y transparencia”.
“Debemos educar a nuestros niños y niñas para que cambien el chip y no le hagas a nadie lo que no quieres que te hagan a ti”, fueron algunas de las reflexiones que escucharon los asistentes.
La corrupción es gran mal guajiro dijo obispo Salah en Riohacha
La corrupción es gran mal guajiro dijo obispo de la península Héctor Salah Zuleta, durante la celebración de la misa de la Vírgen de Los Remedios en Riohacha.
La posición fue fijada al referirse a la muerte de niños desnutridos y al robo de dineros públicos.
El religiosos insistió en que la corrupción es la principal calamidad que tiene La Guajira, que vive una crisis humanitaria con decenas de niños que han muerto por desnutrición.
Dijo que antes que la sequía, el desempleo o la delincuencia, la corrupción es el principal mal que aqueja al Departamento.
El pronunciamiento fue hecho ante la gobernadora Oneida Pinto y el alcalde de Riohacha Fabio Velásquez y dirigentes nacionales como el ex presidente Álvaro Uribe y la ex senadora Piedad Córdoba, y la Premio Nobel guatemalteca Rigoberta Menchú.
El obispo aclaró que “no toda” la clase política de La Guajira es corrupta y destacó a dirigentes como Amylkar Acosta, presidente de la Federación Nacional de Departamentos; al presidente de la Cámara de Representantes, Alfredo Deluque; a la magistrada el Consejo Nacional Electoral, Yolima Carrillo, y al antropólogo wayuu Weildler Guerra Curvelo.
El fin de semana, monseñor reveló que funcionarios corruptos le pidieron el pago de comisiones a cambio de que la Diócesis siguiera con el manejo de la educación pública en el Departamento.
Añadió que la propuesta se la hicieron de manera directa. “Del Gobernador para abajo, en presencia y con testigos. Uno de esos puso el dato exacto y la fecha de pago. Además, hubo un cuatrienio en el que con la Iglesia se querían llevar muchísimo dinero y les dije: cómo se le ocurre que va a robar con plata de los niños”.
Previo a la celebración del día de la Virgen de los Remedios, el obispo llamó “circo político” el desfile masivo de dirigentes del país y criticó que se dan cita en este acto litúrgico previo a parrandas vallenatas bañadas con Old Parr.
Ante las palabras de monseñor, el exgobernador José María Ballesteros dijo que “debería precisar quiénes fueron esas personas que le pidieron dinero”. El presidente de la Cámara de Representantes, Alfredo Deluque, dijo que le parece importante el aporte del obispo, pero que el tema de la corrupción se da también en otras partes del país.
Igualmente se pronunció el representante a la Cámara Antenor Durán, quien opinó que el obispo debería hacer público los nombres de los gobernantes y políticos que “hacen de esta actividad una sucia manera de subsistir”, y de los que trataron de sobornarlo.