La profesora Claribeth Rodríguez, quien denunció irregularidades en la entrega de alimentación escolar en Aguachica, debido abandonar esa ciudad del sur del Cesar por riesgos contra su vida.

Las constantes llamadas y mensajes cargados de amenazas no le dejaron otra opción a la profesora Claribel Rodríguez que abandonar su casa, su trabajo y su pueblo, Aguachica.

Desde que grabó con su celular el instante en que los contratistas de la alimentación en el Colegio Sagrado Corazón obligan a los niños a posar frente a una cámara con el mismo plato de comida, su vida se volvió un infierno.

La docente Claribel Rodríguez, abandonó el pueblo para proteger su vida. La Policía le había asignado un agente que la acompañaba a todas partes pero la presión aumentó con las horas y decidió que lo mejor era resguardarse de los mafiosos en otro municipio.

Los demás profesores y los niños del colegio, a los que enseñaba ciencias naturales, recibieron con tristeza la partida de la profesora. “Es bastante preocupante para nosotros, porque es una muy buena compañera, muy buena profesora y ya no serían 7 docentes los que faltan aquí, sino 8 porque ella se nos va”, dijo el vocero del consejo directivo del colegio, César Gutiérrez al periodista de RCN. 

“Hacen falta muchos profesores y ahora si la profesora se va se demuestra que ganan los corruptos”, dijo un padre de familia.

El video publicado por la profesora desnudó una dura realidad que se vive en muchos colegios a lo largo y ancho del país: millonarios contratos para alimentación de niños que son aprovechados por contratistas inescrupulosos que no cumplen con los criterios nutritivos exigidos.

En el caso del contrato que firmó el alcalde de ese municipio, Henry Montes, con la Fundación Provenir, la alimentación balanceada se redujo a un pedazo de mango y un huevo tibio en la jornada de la tarde.