La reducción de la venta de gasolina de contrabando en Valledupar, reactivó el servicio del combustible en los surtidores de la ciudad, agotando la capacidad del suministro que se estaría agotando el próximo domingo.

La situación es el reflejo de los controles que aplica el Gobierno de Venezuela con el cierre de la frontera, lo que impide que la gasolina llegue, dejando si materia prima a los pimpineros que ejercían competencia desleal sobre el negocio.

Los distribuidores de gasolina de la ciudad anunciaron que le van a pedir al Gobierno que les aumento el cupo subsidiado, para poderle hacer frente a la demanda y para evitar que la ciudad se quede sin gasolina.

En algunas de estas estaciones ya comienzan a formarse colas de  vehículos a la espera de que se les atienda y frente a la desaparición del combustible de contrabando en la ciudad y en sus alrededores.

Si el gobierno no autoriza el incremento de los cupos de gasolina subsidiada a Valledupar, como zona de frontera, habrá que vender con tarifa plena, lo que encarecería el producto, dijo un directivo de esta organización en la capital del Cesar.