Aunque el documento oficial mediante el cual el Gobierno y el Eln anunciaron el lunes un “cese del fuego bilateral y temporal” –desde el primero de octubre hasta el 12 de enero– no hace referencia explícita a una suspensión de hostilidades, sí indica que “el objetivo primordial es mejorar la situación humanitaria de la población”.

De esa manera, las delegaciones de paz en Quito, encabezadas por el exministro Juan Camilo Restrepo y por el jefe guerrillero ‘Pablo Beltrán’, habrían superado las diferencias que habían tenido en la última semana sobre la idea de que el anuncio estuviera acompañado de una mención concreta al cese de hostilidades, como el secuestro o la voladura de oleoductos.

De hecho, según explicó Restrepo luego del anuncio conjunto con ‘Pablo Beltrán’ sobre el cese del fuego desde la Cancillería ecuatoriana –país donde se llevan a cabo los diálogos–, hay compromisos explícitos del Eln.

Esa guerrilla prefiere hablar de “medidas de alivio humanitario”, y, según el jefe de la delegación del Gobierno en los diálogos, el Eln se comprometió a suspender, durante los tres meses y medio que durará el cese bilateral del fuego, el secuestro de nacionales y extranjeros y los atentados contra la infraestructura.

Además, el reclutamiento de menores y la instalación de minas antipersona.
Solo este año, según información de la Fuerza Pública, el Eln ha secuestrado a 12 personas, de las cuales 4 permanecerían en poder de esa guerrilla.

También en lo que va del 2017, ese grupo armado ha dinamitado 43 veces el oleoducto Caño Limón-Coveñas, con lo que esto significa para la economía, el medioambiente y el abastecimiento de agua de poblaciones que habitan en el área de influencia del tubo.

Solo este año van 18.000 barriles de crudo derramados por ataques

El presidente Juan Manuel Santos destacó el lunes que en el acuerdo de cese del fuego bilateral “la prioridad es proteger a los ciudadanos”. Por eso, agregó, “durante este periodo cesarán los secuestros, los ataques a los oleoductos y demás hostilidades contra la población civil”.

De su lado, el jefe guerrillero ‘Pablo Beltrán’ dijo: “Para nosotros es un reto cumplir todos los acuerdos pactados para este cese. Esperamos honrar la palabra y que la polarización del país tenga un alivio con este aporte”.

Solo este año, según información de la Fuerza Pública, el Eln ha secuestrado a 12 personas, de las cuales 4 permanecerían en poder de esa guerrilla

En contraprestación al cese de la ofensiva del Eln, el Gobierno se comprometió a fortalecer el sistema de alertas tempranas para proteger la vida de líderes sociales amenazados, a implementar un programa con los presos del Eln para mejorar sus condiciones de atención en salud y seguridad y a ubicarlos en cárceles cercanas a sus familias.

Además, prometió estar atento al cumplimiento de la ley que desjudicializó la protesta social y pondrá en marcha las audiencias para escuchar a distintos sectores, previstas en el primer punto de la agenda de negociación con esa guerrilla.

Este acuerdo con el Eln se convierte en el primer resultado concreto de los diálogos formales de paz en Quito, que arrancaron hace ya siete meses.

De hecho, comenzaron un año después de que el Gobierno y el grupo armado anunciaron que estaba lista la agenda que iban a negociar.

La lentitud del proceso de paz y sus escasos avances han tenido que ver, entre otras razones, con que hasta ahora el Eln se había negado a renunciar al secuestro y los atentados a la infraestructura.

Por eso, aunque el cese bilateral del fuego y la suspensión de acciones que afectan a los civiles es temporal, se puede considerar un paso importante.

Precisamente, el expresidente Ernesto Samper, quien ha hecho de facilitador en medio de tensiones entre el Gobierno y el Eln, dice esperar que el actual cese del fuego se convierta en definitivo.

Y hay quienes, como la Misión de Observación Electoral (MOE), están pidiendo que, de entrada, se extienda hasta que pasen las elecciones del 2018.

La visita del Papa a Colombia fue uno de los motores del primer acuerdo entre las partes de la negociación, pues coincidían en que el mensaje de reconciliación que traerá el sumo pontífice demandaba un avance en los diálogos.

La Misión de la ONU en Colombia y el sistema de este organismo en el país ven el hecho como una manera de “construir confianza en el proceso de paz”.

También las autoridades de Arauca, uno de los departamentos más afectados por el conflicto armado con el Eln, están esperanzadas en el cese bilateral del fuego y la suspensión de hostilidades.