(AP) – La agencia de cultura de las Naciones Unidas, que estaba considerando declarar a Venecia como un sitio en peligro de patrimonio mundial, elogió el miércoles la prohibición de Italia de los grandes cruceros en el corazón de la ciudad de la laguna.

La directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, tuiteó que la decisión del martes del gobierno italiano de negar el acceso a los gigantescos transatlánticos a partir del 1 de agosto es “una muy buena noticia y un paso importante que contribuye significativamente a la protección de este sitio patrimonial único”.

A partir del próximo mes, los barcos de cierto tamaño o peso o que superen niveles específicos de contaminación ya no podrán surcar el Canal Giudecca, una importante arteria marítima de Venecia, ni navegar por las aguas cercanas a la Plaza de San Marcos, el corazón histórico de la frágil ciudad desde el punto de vista medioambiental.

Hasta que se pueda seleccionar y desarrollar un lugar de atraque permanente para los grandes cruceros, los transatlánticos podrán detenerse en Marghera, un suburbio industrial de Venecia.

La UNESCO, que tiene su sede en París, recomendó el mes pasado agregar Venecia a su lista de sitios del Patrimonio Mundial en Peligro.

Si bien el gobierno italiano anunció la prohibición con un ojo nervioso en la UNESCO, Venecia permanece en la agenda de la reunión del Comité del Patrimonio Mundial a finales de este mes en Fuzhou, China, indicó la agencia de la ONU.

Durante años, los manifestantes que izan carteles que proclaman “No grandes barcos” se han manifestado en Venecia, a veces tomando pequeñas embarcaciones para navegar cerca de los cruceros, que para la gente en la costa parecen gigantes pesados ​​que atraviesan la ciudad.

Quizás sorprendentemente, entre quienes elogiaron la medida del gobierno italiano se encontraba una asociación comercial de la industria de cruceros.

“Como industria, somos muy positivos. Damos la bienvenida a la decisión del gobierno ”, dijo Francesco Galietti, director de Italia de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros.

Galietti dijo que el grupo comercial había estado abogando por una alternativa al Canal Giudecca durante unos 10 años y, por lo tanto, estaba feliz de que el gobierno haya prometido encontrar un área de atraque alternativo permanente para los grandes cruceros.

“Nunca quisimos apegarnos a la Giudecca”, dijo, descartando las afirmaciones de los activistas sobre la resistencia de las compañías de cruceros.

“El daño negativo que esta (publicidad) causa a la industria es mucho mayor que la experiencia” de los pasajeros individuales que disfrutan de la emoción de navegar hacia el canal, dijo Galietti.

En cuanto a los problemas logísticos que la prohibición podría plantear para los itinerarios de cruceros inminentes, no quedó claro de inmediato.

Galietti dijo que con el turismo luchando por recuperarse después de que la pandemia del coronavirus restringió los viajes, muchas empresas no incluyeron a Venecia en sus itinerarios.

El gobierno italiano, en un decreto del gabinete aprobado el martes, asignó fondos para compensar a aquellos cuyos negocios de gran turismo podrían verse afectados por la prohibición, así como dinero para que Marghera pueda usarse temporalmente para atracar hasta que se encuentre una solución permane