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Gobierno y Farc con desacuerdos de fondo para firma de la paz

El jefe del equipo negociador del Ejecutivo, Humberto de la Calle, dice que en los detalles sobre cómo será la dejación de armas aún no hay consenso.

 

Después de una prolongada reunión entre los negociadores de ambas partes y pese al interés conjunto de alcanzar un acuerdo definitivo que conduzca a la reincorporación de las Farc a la vida civil del país, gobierno y guerrilla anunciaron este miércoles que aún persisten diferencias de fondo respecto a asuntos cruciales como el de los detalles para el desarme de esa agrupación subversiva.

Así lo reconoció el jefe de la delegación del gobierno, Humberto de la Calle, quien enfatizó que para el Estado colombiano es indispensable que ese grupo guerrillero deje las armas como requisito para la aplicación de los postulados de la justicia transicional y la participación en política. Esa ha sido la nuez del problema durante las últimas semanas de la negociación por cuanto guerrilla y gobierno tienen ideas muy diferentes al respecto. Mientras las Farc consideran, por ejemplo, que la entrega de las armas debe ser gradual y en cambio los derechos políticos deben ser adquiridos tan pronto se firme el acuerdo, el gobierno propugna porque primero se haga efectiva la dejación de las armas.

Para resolver algunos de esos interrogantes habían creado una subcomisión técnica integrada por voceros de las Fuerzas Armadas colombianas y por los guerrilleros considerados como los más “troperos”, para que en la resolución del problema del conflicto tuviesen participación directa quienes de alguna manera estuvieron vinculados también de manera directa en la confrontación armada propiamente dicha.

No obstante, durante los últimos días circuló la versión de que el trabajo de dicha subcomisión no fue tenido en cuenta por los negociadores y que solo lo habían recibido como un insumo más que en nada comprometía a la mesa. De la Calle también se refirió a este aspecto y aseguró que es falso que se hayan descartado las propuestas de esa subcomisión y que la mesa de negociación las estudia con detenimiento.

La idea de que gobierno y Farc alcanzaran un acuerdo definitivo este 23 de marzo fue anunciada hace exactamente seis meses por el presidente Juan Manuel Santos y el jefe del grupo armado, alias ‘Timochenko’, basados en el ritmo que para ese momento llevaba la mesa de diálogos. Sin embargo, tras alcanzar un acuerdo sobre el marco de justicia que se aplicaría a los guerrilleros para que se acojan al pacto de paz, comenzó el más decisivo capítulo de la negociación: el de la definición de las especificidades del fin del conflicto, que incluye asuntos tan importantes como el de la concentración de la guerrilla, la dejación de las armas y el cese al fuego bilateral y definitivo.

Fue en ese punto en el que la discusión se prolongó y a las partes les resultó imposible cumplir la fecha prometida, situación que de todas maneras comenzó a esbozarse hace tres semanas cuando de uno y otro lado empezaron a salir voces que reconocían que es mejor esperar hasta lograr un buen acuerdo que pactar cualquier cosa por el solo hecho de cumplir una agenda. “Un buen acuerdo debe promover una mayor confiabilidad para los colombianos. Un acuerdo que satisfaga los derechos de las víctimas, garantías de no repetición. No importa el victimario, todos deben asumir responsabilidades”, dijo De la Calle.

El jefe negociador admitió también este miércoles que el gobierno está dispuesto a “agotar todos los esfuerzos para lograr un acuerdo final”, pero que ello exige decisiones prontas. “Los colombianos lo desean, lo exigen. Lo haremos sin perjuicio de estas líneas centrales. Y no estarán las partes indefinidamente en La Habana. No estamos hablando de táctica negociadora. Hablamos de los valores que son esenciales a la nación. No habrá un acuerdo que menoscabe valores. La paz es posible, una paz grande. No se trata solo de rebajar el número de proyectiles disparados, sino de abrir las puertas hacia el futuro. Una paz grande, una paz buena, ese es nuestro compromiso con los colombianos”.
 

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