El colombo-uruguayo Julio Avelino Comesana comenzó por 7ª ocasión, su ciclo como director técnico del cuadro Junior de Barranquilla.
En la primera práctica con el equipo “ñero”, Comesaña trató de animar y pidió presión y velocidad.
El colombo-uruguayo comenzó su séptimo ciclo en Junior con calma, pero sabiendo que debe identificar pronto cuáles son las fortalezas con las que cuenta para poner a volar a los Tiba urones.
Comesaña no perdió tiempo y de una empezó a diseñar su estrategia. Trabajó en la renovada sede Adelita de Char, en Sabanilla, con los jugadores que no actuaron y con los que tuvieron pocos minutos en el empate 1-1 ante Millonarios. Le insistió a su equipo en la velocidad, la presión y en los pases de primera intención.
Después de finalizar los trabajos en la cancha número 2, Comesaña se reunió con sus pupilos en el nuevo quiosco de la sede y ahí dialogó con ellos por más de 20 minutos. Fue una charla para conocerlos mejor e invitarlos a trabajar unidos para sacar el equipo adelante.
“Estoy feliz de estar acá. Esto genera buenos recuerdos… Voy a decir lo que voy a hacer hoy. Voy a almorzar y voy a hacer una siesta, quiero estar fresco porque no paré desde que llegué, he dormido poco y tengo que estar fresquito para pensar lo de ayer y lo que vamos a hacer el sábado. Tengo que refrescarme bien porque tengo que tomar decisiones importantes”, sostuvo el nuevo entrenador.
Sin ser muy minucioso, Julio Avelino analizó el empate 1-1 ante Millonarios, partido que observó desde la tribuna junto al preparador físico Jorge Franco y Arturo Reyes, técnico del Barranquilla FC.
“Me quedó como conclusión, sin entrar en muchos detalles, que el equipo fue uno hasta el gol de Millonarios. Un equipo que mostró desconfianza, jugaba a no equivocarse. Se notaba que no es un tema futbolístico, es un tema humano. Después que Millonarios hizo el gol, los últimos 15 minutos fueron nuestros. Se hizo un gol en cinco pases. Ovelar tuvo una buena definición. Me sigue quedando la sensación que el equipo cuando ataca da muestras de que puede llegar al gol”, señaló.
En su primer día de trabajos, Julio Comesaña trabajó con tranquilidad, sin ninguna presión y mostrándose como un amigo más para los jugadores.
El experimentado timonel, que cree que lo más importante es explotar las virtudes de cada uno de sus jugadores, salió de la sede sonriente y cantando.