Política

Sin acuerdos en la mesa de unidad nacional para elecciones de alcaldes y gobernadores

La estrategia de la coalición de gobierno, de presentar candidatos de forma conjunta en las elecciones del 25 de octubre próximo para derrotar al uribismo, está  punto de fracasar luego de los acontecimientos políticos surgidos en las diferentes regiones donde ya se han postulado candidatos.

 

En un análisis político, el periódico El Espectador señala que el 21 de noviembre de 2014, en Santa Marta, en un pomposo retiro espiritual del Partido de la U —evento que contó con la participación de la mayor parte de los ministros, el presidente Juan Manuel Santos y como invitados especiales el codirector del Partido Liberal, Horacio Serpa, y el director de Cambio Radical, Carlos Fernando Galán—, la  coalición de la Unidad Nacional hizo un anuncio que agitaría el panorama preelectoral. Dio a conocer que se presentarían en todo el país candidatos en alianza  para “enfrentar a los enemigos de la paz”, en una clara alusión al  Centro Democrático, el partido  del expresidente Álvaro Uribe, principal opositor hoy del Gobierno.

 

Lo que no se sabía es que, tras bambalinas, en la reunión que tuvieron Serpa, Galán y el entonces recién nombrado copresidente de la U, Roy Barreras, en el momento de plantear la propuesta no hubo unanimidad y los visitantes dejaron claro que no era una idea completamente viable, por la forma como funcionan las elecciones locales, en las que las fuerzas políticas resultan en ocasiones irreconciliables e  incluso hay expresa cercanía entre sectores de la Unidad Nacional y el uribismo. Por eso, al dar la declaración a la prensa  hubo una aclaración: “En los lugares donde se den las condiciones presentaremos candidatos de forma conjunta”, se dijo.

 

Pues las condiciones no se han dado y con los últimos anuncios la soñada “unidad nacional regional”  hace agua. Incluso, se habla del fenómeno Angelino Garzón como la causa del rompimiento del  acuerdo. En el Valle se daba como un hecho la aspiración de la exsenadora Dilian Francisca Toro con las banderas del Partido de la U y el apoyo del liberalismo y Cambio Radical, mientras que entre las tres colectividades presentarían un candidato por consenso para la Alcaldía de Cali, que saldría de las toldas rojas. Pero la U dio un golpe de mano  al avalar a  Garzón. Y ha sido la de Troya.

 

Es tan clara la molestia que desde Cambio Radical y el Partido Liberal  manifestaron que Angelino Garzón no tiene propiamente el perfil del candidato de Unidad Nacional que en un comienzo se buscaba: fueron claras sus diferencias con el presidente  Santos cuando fue su vicepresidente y es visto como muy cercano al uribismo. “¿Desde la coalición de gobierno vamos a apoyar a un uribista? Eso no tiene presentación”, manifestó un dirigente de Cambio.

 

En Bogotá el panorama no es diferente. El exministro Rafael Pardo parecía recoger las banderas de la coalición —de forma oficial los partidos Liberal y la U lo presentaron como su carta—, pero surgió la candidatura paralela de Enrique Peñalosa, apoyado por varios liberales y por gente de Cambio Radical, hasta el punto de que hay quienes dicen que tiene la “bendición” del  vicepresidente Germán Vargas. O sea, nada de alianzas y,  como sucedió hace cuatro años, la división juega a favor de las otras opciones  de izquierda o derecha, encarnadas en Clara López y Francisco Santos, respectivamente.

 

Estos escenarios han generado la desconfianza entre los partidos de la Unidad Nacional. Y hay más evidencias de fracturas. En el Meta, el terreno está abonado para Hernán Gómez, cercano al expresidente Uribe y sus hijos Tomás y Jerónimo, mientras la opción de  un acuerdo en el santismo es lejana. Por el Partido de la U está como candidato el esposo de la senadora Maritza Martínez, el exgobernador Luis Carlos Torres; el también exgobernador Darío Vásquez está recogiendo firmas pero busca el aval de Cambio Radical y por el liberalismo está Eleázar Durán, de quien aseguran es la carta del gobernador Alan Jara. En las últimas semanas se han reunido en busca de acuerdo y ha sido imposible.

 

En Atlántico el pacto era Cambio Radical para la Alcaldía y la U con la Gobernación. En Barranquilla, Álex Char parece indestronable, con el 79% de favorabilidad que le dio  la encuesta de Gallup publicada por El Espectador el miércoles. Para la Gobernación, la U tiene al exconcejal Alfredo Varela, pero los Char, con su fuerte capital electoral regional, han dicho que respaldarán a  Jaime Pumarejo, quien también tiene de su lado al liberalismo.

 

En Cundinamarca, una de las zonas fuertes del  uribismo,  el candidato de unidad era el exrepresentante Jorge Rey. Había consenso, pero cada vez hay más certeza de que Nancy Patricia Gutiérrez, de corazón uribista, se lanzará por Cambio Radical y en el Partido Liberal está pidiendo pista el también exrepresentante Joaquín Camelo, que ya se inscribió. Conclusión: tampoco se ve cerca un acuerdo.

Otro pacto roto fue en Risaralda, donde se habló de apoyar a la Gobernación a Germán Aguirre de Cambio Radical y que para la Alcaldía de Pereira la U presentara al exalcalde Israel Londoño. Pero rompiendo con lo acordado, el Partido Liberal presentará a Guido Echeverri para aspirar a la Gobernación.

 

Ejemplos así se repiten en todo el país y los dirigentes de los partidos de la Unidad Nacional ya reconocen el fracaso de la propuesta lanzada a finales de noviembre del año pasado, cuando apenas empezaba a calentarse la disputa electoral.  “La coalición está solida con el presidente Santos y su apuesta por la paz.

Garantizaremos su  gobernabilidad y las mayorías parlamentarias. En cuanto a las elecciones regionales, es natural que haya competencia”, señala el codirector del Partido de la U, Roy Barreras, confirmando el fracaso de la coalición.

Carlos Fernando Galán, presidente de Cambio Radical, es más optimista y afirma que “soy consciente de que no se ha llegado a acuerdos pero eso no significa que no se vayan a dar. Cuando las campañas entran en la recta final  se empieza a ver la viabilidad de las alianzas. El 25 de julio son las inscripciones y tenemos tiempo para ponernos de acuerdo”.

 

Eso sí, los dirigentes coinciden en que no se pueden dejar ganar de los “enemigos de la paz” y por eso  han hablado de que en los departamentos donde es muy posible que gane el uribismo, como Caldas, Meta, Casanare, Caquetá, Huila,  Boyacá, Antioquia, Cundinamarca y Putumayo, se forzará un acuerdo. Para el resto del país las apuestas están abiertas.

 

Y en Medellín no escampa

 

Medellín no ha sido la excepción en ese pulso de poder que hay en la Unidad Nacional. El aval a la Alcaldía que le dio el Partido de la U a Gabriel Jaime Rico, quien ha pasado por el conservatismo, el uribismo y ha recogido firmas como independiente, cercenó por completo las posibilidades de tener candidato único de la coalición santista. Más aún cuando Cambio Radical se sumó a la cruzada electoral de Rico.

 

En la otra orilla quedó el Partido Liberal, que a través de una encuesta escogió al exsenador Eugenio Prieto como su carta. Una división que ya comienza a jugar en contra de la Unidad Nacional, pues tanto Rico como Prieto, en la encuesta de esta semana de Invamer Gallup, se ven muy atrás en la intención de voto de los medellinenses. Y la verdad es que no se vislumbra, al menos por ahora, la posibilidad de establecer una alianza. Las rencillas y encontrones entre los dos son duros.

 

 

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